| Summary: | Sólo una metafísica del ser puede superar la ontoteología. Tras una reflexión sobre la correcta priorización de los trascendentales, y una doctrina de las causas que las jerarquice debidamente, es preciso descubrir el ser como ser personal, que se realiza en la comunión: en el diálogo y el amor. Al distinguir filosofía y teología, no hay que considerar la razón y la fe (general) como dos verdades que simplemente se tuvieran que sumar. La metafísica existencial y personalista asume las intuiciones irrenunciables del método trascendental. Así, va analizando los diversos ámbitos posibles para la conciencia: la experiencia empírica, la razón teórica, la razón práctica, la razón teleológica y la fe. Por la gratuidad propia del último nivel, que es el de la relación interpersonal, el yo y el tú pueden reconocer la acción amorosa del Tú divino, que los ha creado y se les comunica con su gracia. En la existencia auténtica la razón va más allá de sí misma sin dejar de ser ella misma. Only a metaphysics of being can overcome ontotheology. Between a reflection on the correct prioritization of transcendentals, and a doctrine of the causes that are hierarchically ordered, it is right to describe being as personal, realizing itself in communion, dialogue and love. To distinguish philosophy and theology is not to consider reason and faith (general) as two truths which simply find themselves together. The existential and personalist metaphysic assumes the unrenouncible intuitions of the transcendental method. So analyses the various precincts possible for conscience: empirical experience, theoretical reason, practical reason, theological reason and faith. For the proper gratuity of the last level, which is that of interpersonal relation, the I and Thou can recognize the loving action of the divine Thou, which has created them and communicates with his grace. In authentic existence, reason goes well beyond itself without forgetting its own being.
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